La recreación recupera el asalto al pueblo de un grupo de piratas moriscos al frente del cual estaba Alonso de Aguilar, conocido como El Jorayque, que era nativo de Tahal. El ataque se saldó con cuatro vecinos asesinados, otros diez secuestrados y tres casas incendiadas.
Tahal se vuelca cada año en la recreación de este episodio histórico, para que quienes pasen por el pueblo ese día puedan conocer cómo era la vida cotidiana en el siglo XVI, los oficios que había y los platos típicos de su gastronomía. Asimismo, se han programado conferencias, exhibiciones de cetrería, muestras de alfarería y visitas guiadas al castillo de Tahal, del siglo XVI.
El acto principal es la recreación teatral, que este año contará además con la participación del grupo que realiza en Fiñana la recreación de la llegada de los Reyes Católicos, otra de las recreaciones históricas más relevantes de la provincia.
Toda la programación se desarrollará desde las diez de la mañana hasta las tres de la tarde.
En el corazón de los Filabres
Enclavado en el corazón de los Filabres, en un rico valle de alta montaña, Tahal se descubre en todo su esplendor en su caserío blanco andaluz y su castillo, situadas a más de mil metros sobre el nivel del mar.
Con barriadas como Benitorafe, los Arroyos, El Cocón del Peral y la Rambla del Marqués, Tahal es actualmente el municipio más poblado de la sierra de los Filabres. Los visitadores eclesiásticos, que llegaban caballeros en mansas hacaneas, al descubrir el valle dieron al señorío de los Enríquez el título de 'Estado de Tahal'. Tahal fue capital del distrito administrativo y señorial hasta el siglo XIX, y en su entorno quedan aún visibles las marcas de antiguas aldeas despobladas como Loma de Jernecid, cerro y torreón de Medala o solar de Benitagla.
Entre el patrimonio destaca su Castillo. Una fortaleza que jugó un papel efímero durante la guerra de los Moriscos, entre 1568 y 1570. En el libro de Apeo y Población de 1572-1577 sólo se menciona la torre. En el Catastro de Ensenada, en 1752, aparece reflejada una calle del Castillo, y en el Madoz un Castillo en buen estado de defensa, con aljibes, tahonas, cuadras y graneros, propiedad del Duque de Abrantes.
El Castillo de Tahal es una fortaleza de construcción castellana levantada probablemente sobre un solar hispanomusulmán, en uso y habitado hasta finales del pasado XIX. Quedó abandonado. En la actualidad ha sido rehabilitado, destinándose una parte a Centro de Interpretación del Castillo y demás construcciones de arquitectura defensiva de la zona, y la otra a sala de conferencias y exposiciones.
Otros atractivos del municipio son la iglesia de La Encarnación, del siglo XVI, y El Caño, la antigua fuente del XVIII, recientemente restaurada.
A Tahal se accede desde la carretera Olula del Río-Tabernas, en la cumbre de la Sierra, o bien desde Uleila del Campo, por Benizalón, Benitagla y Alcudia. El pueblo cuenta con piscina, pistas deportivas, y alojamientos rurales. Desde él se pueden hacer excursiones a las cumbres de los Filabres.