ALCUDIA DE MONTEAGUD
La blanca torre mudéjar de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (siglo XVI) guía al visitante que entra en el valle, porque el blanco de la cal y el rojo de la teja son los colores de Alcudia.
A la llegada al pueblo se encuentra la mayor era de la comarca, donde se ha vuelto a trillar en los veranos para regocijo del visitante, como se hacía desde 1894, en que se construyó. En su entorno se encuentra también una de las primeras máquinas trilladoras que llegaron a la comarca de Filabres Alhamilla y murales realizados por las mujeres del pueblo que rememoran las tareas de la trilla.
La huella musulmana está muy presente en el trazado de sus calles, con hitos como El Callejón El Patio, techado con madera de olmos, olivos y cañas, o las calles que circundan la iglesia. Una magnífico recorrido entre blancas fachadas, inmaculadas, adornadas con macetas de gran belleza, y que guardan rincones en algunas de las calles con parrales de antiguas variedades, que ofrecen fruta y agradable temperatura en verano.
Otro de los espacios de gran belleza es la Fuente, referencia en Alcudia de Monteagud y su historia del agua. Precisamente en este entorno se ubican dos de sus grandes atractivos turísticos, el nuevo Museo de Historia Ecológica y el Museo Etnográfico, que se completa con una noria que nos muestra su tradicional funcionamiento. En breve se va a poner en marcha un Parque de la Piedra Seca en el entorno del Museo, que complementará la oferta actual dedicada a historia y patrimonio.
El Museo de Historia Ecológica supone una gran novedad, debido a su original enfoque narrativo y a sus contenidos, que marcan el cambio y evolución del tiempo histórico y geológico con un original punto de vista, incorporando también elementos locales de referencia. Su contenido ha sido realizado por el experto Juan García Latorre.
Otro hito patrimonial destacado es la Torre de Alhabia, que daba protección a una de las alquerías medievales, hoy despoblado. En su entorno cercano se encuentran un paisaje natural de gran atractivo, con especies de encinas de gran porte.
La tradición ha pervivido también en ancestrales costumbres festivas como la de Los Años, que en Navidad reúne a los jóvenes para realizar poemas en tono satírico o burlesco; la representación de Moros y Cristianos en pleno verano, el 16 de agosto, con motivo de la fiesta en honor a San Roque, y su fiesta patronal en honor a Santa Lucía, el 13 de diciembre, con paellada y migas gratis. Curiosa también resulta la tradición de colocar el Domingo de Ramos flores a las novias y trastos viejos a los vecinos poco queridos. No falta la tradición del fuego el 16 de enero con las Hogueras de San Antón.