VÉLEZ BLANCO
El municipio con más superficie de la comarca de los Vélez, aunque superado en población por Vélez Rubio, tiene una situación de dominio sobre el valle que ha sido siempre motivo de elogio por la abundancia de agua y fuentes, una vega extensa y fértil, unido a su magnífica posición defensiva. Motivos por los que fue el lugar ideal para que Don Pedro Fajardo levantara su magnífico Castillo-Palacio, construido entre 1506 y 1515 sobre las ruinas de una antigua alcazaba musulmana, de la que aún se conservan lienzos de muralla y la estructura del aljibe que hay bajo el patio del castillo. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1931 y, en 2005, adquirido por la Junta de Andalucía, que ha elaborado un plan director para su conservación y puesta en valor.
En este pueblo destacan también monumentos como la Iglesia de Santiago, el Convento de San Luis y la Cueva de los Letreros, uno de los abrigos pintados más importantes del sur peninsular, en la que se encuentra el indalo, pintura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre que representa una figura humana, y que se ha convertido en el signo de la provincia de Almería. La cueva fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1924 y posteriormente en 1998 también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Dentro del pueblo, el Conjunto Histórico de Vélez-Blanco es homogéneo y con un alto valor patrimonial. De hecho, Vélez Blanco pertenece a la Red Patrimonia, una iniciativa de turismo sostenible que trata de poner en valor el patrimonio turístico de la zonas rurales. La arquitectura tradicional de Vélez-Blanco subsiste de manera mayoritaria, y junto a ella la arquitectura mudéjar, renacentista, barroca e historicista.
También son Patrimonio de la Humanidad en el municipio de Vélez-Blanco el Abrigo de Las Tejeras, el Abrigo de Las Colmenas, los Abrigos del Estrecho de Santonge, el Abrigo del Gabar, los Abrigos de Los Lavaderos de Tello, la Cueva de Ambrosio (que conserva un yacimiento paleolítico), los Abrigos del Maimón (Yedra, Los Letreros, Letreros Inferior, Moli- nos I, Molinos II, Panal, Hoyos I, Hoyos II y Las Covachas) y los Abrigos de la Sierra de María (entre los municipios de Vélez-Blanco y María).
Su gastronomía es típica de la riqueza natural que ha ofrecido esta tierra desde época anti- gua; en ella destacan y recomendamos las sabrosas y nutritivas migas de harina, comida tradicional de la gente campesina, sencillas en su confección. Se sirven bien con uva, toma- te crudo y aceitunas picadas al estilo local (aliñadas con romero, tomillo y naranja), o bien con arenques, ajos, pimientos tostados y remojón picante. Asimismo, son recomendables los sabrosísimos gurullos con perdiz o liebre, los ‘bilbaos’, los ‘mantecados dormidos’ y otros deliciosos postres.