VÉLEZ RUBIO
Enclavado en la histórica comarca almeriense de Los Vélez, con su núcleo urbano recortado sobre la impresionante montaña del Maimón, se encuentra la localidad de Vélez-Rubio. Desde lejos, destacan imponentes las torres de la iglesia de la Encarnación, templo de monumental tamaño y singular belleza.
Vélez-Rubio es uno de los municipios con mayor patrimonio histórico y cultural de la provincia de Almería. Todo su centro histórico está declarado como de Bien de Interés Cultural, pues pasear por sus calles supone un viaje en el tiempo de varios siglos. La ya mencionada iglesia, del llamado estilo Barroco Almeriense, fue construida entre 1573 y 1768 y destaca por las torres cuadradas de 37 metros de altura.
En su interior se encuentra un impresionante retablo tallado por Francisco Zesta en la segunda mitad del siglo XVIII. Otros templos de gran valor se reparten por todo el casco urbano: Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Iglesia de San José y la Iglesia del Convento de María Inmaculada.
De obligada visita es el Museo Comarcal Velezano “Miguel Guirao”, en el antiguo Hospital Real, construido en 1765, de estilo barroco. Reúne colecciones arqueológicas yetnográficas para que el visitante haga un recorrido de carácter cronológico, pasando por los diferentes estilos artísticos que han incidido en la comarca de un modo especial, prestándose dedicación a aquellos de los que conserva restos de mayor envergadur, desde la Edad Media hasta el arte en la actualidad, incluyendo el patrimonio destruido y las normas de protección.
En sus cercanías se encuentra el Castellón, restos de una antigua fortaleza de época musulmana.
Y todo esto en un entorno natural espectacular, pues Vélez Rubio es la puerta de entrada al Parque Natural de Sierra María-Los Vélez. Un paraíso de bosques de encina y pinares que dan amparo a un buen número de mamíferos, como el arrui, la jineta, la garduña o el topillo de Cabrera; así como una amplia variedad de pequeños pájaros y destacadas rapaces, con una notable representación de las nocturnas -búho, autillo, cárabo-, y anfibios y reptiles, como la tortuga mora.